ESTATUTO DEL ARTISTA. Estado de la cuestión (legalidad)
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La aprobación del Estatuto del Artista, que parecía destinado a ser un hito en la política cultural española, parece ya un trabajo de Hércules o el castigo de Sísifo. Cada vez que parece que va a conseguirse, se topa con nuevas dificultades que obstaculizan o, directamente, paralizan todo el proceso.
Por lo que tras tantos devenires muchos se preguntan ahora eso de “qué fue del Estatuto del Artista” o en qué estado está aquello.
Desde SFTL, llevamos años participando y facilitando la información del estado del estatuto del artista:
1. Estatuto del Artista: logros y asignaturas pendientes
2. Guía de la relación laboral especial de artistas y sector musical: régimen Real Decreto-Ley 5/2022
3. El Gobierno avanza en el desarrollo del Estatuto del Artista aprobando una prestación por desempleo en el sector cultural
4. Nuevos avances en el Estatuto del Artista: mejoras en las retenciones en el IRPF de artistas
5. Guía de la prestación para el sector artístico: cómo pedir la ayuda de 600 euros para artistas
A pesar de los avances iniciales, el Estatuto del Artista ha quedado atascado en varias ocasiones debido a la complejidad de su implementación y a la necesidad de coordinar a varios ministerios. La reforma requiere la colaboración de los ministerios de Cultura, Trabajo y Economía Social, Hacienda, y Seguridad Social, pues cada uno de estos departamentos tiene competencias en aspectos clave del estatuto. Si bien el Ministerio de Cultura ha liderado las iniciativas, el proceso de aprobación ha tenido que superar numerosas barreras. Por ejemplo, mientras que Trabajo avanzó en la creación de normativa y en aspectos contractuales, Hacienda y Seguridad Social han frenado medidas clave por el impacto fiscal y presupuestario que implican, como las deducciones en el IRPF y el IVA adaptadas a la intermitencia de los ingresos culturales.
El adelanto electoral de 2023, además, implicó un nuevo retraso en las negociaciones y obligó a reactivar los grupos de trabajo en 2024, cuando el nuevo ministro de Cultura, Ernest Urtasun, presidió la Comisión Interministerial para retomar la agenda. Aunque en marzo de 2024 se anunció que los grupos de trabajo serían reactivados « de inmediato », las reuniones con Hacienda y Seguridad Social no comenzaron sino hasta julio y septiembre, respectivamente. La intermitencia de estos encuentros y la falta de coordinación eficaz ha generado frustración en el sector, que observa cómo los temas pendientes se acumulan y requieren, cada vez, nuevas explicaciones y justificaciones.
Puntos Pendientes y Razones del Estancamiento
Quedan varios aspectos sin resolver en el Estatuto del Artista, tanto en el ámbito fiscal como en el de la protección social. Entre los puntos aún pendientes se encuentran:
1. Reformas Fiscales: El sector demanda reducciones y deducciones en el IRPF y el IVA, así como un tratamiento fiscal que contemple la naturaleza irregular de los ingresos en el ámbito cultural. Actualmente, Hacienda grava los ingresos de una producción cultural en el año en que se perciben, lo que no refleja los largos periodos de inversión y escasez de ingresos que suelen preceder a las ganancias. Las asociaciones artísticas piden que estos ingresos se contabilicen de manera acumulada y distribuida, para que reflejen más fielmente el esfuerzo y la inversión prolongados en cada proyecto.
2. Enfermedades Laborales Específicas: Los artistas también reclaman el reconocimiento de ciertas enfermedades laborales específicas, como la afonía en el caso de cantantes, que actualmente no están cubiertas de manera adecuada. La protección frente a este tipo de enfermedades permitiría a los artistas acceder a prestaciones por enfermedades vinculadas directamente a su actividad profesional.
3. Regulación de Trabajadores Autónomos: El sector artístico pide una adaptación de las cuotas de autónomos para ajustarse a la intermitencia de los ingresos. Aunque se implementó una cuota reducida de 167,31 euros al mes para quienes perciben menos de 3.000 euros al año, la medida se considera insuficiente.
4. Actualización de la Legislación Laboral de 1985: La regulación de los derechos laborales de los artistas sigue en parte sujeta a un Real Decreto de 1985, que no ha sido actualizado en aspectos fundamentales. Entre ellos, se incluyen la contratación de menores de 16 años y la necesidad de reducir abusos en los contratos a tiempo parcial, una situación que no se ha logrado modernizar debido a la falta de acuerdo entre los distintos ministerios.
El Impacto del Bloqueo y las Perspectivas
El retraso en la aprobación total del Estatuto del Artista implica un coste no solo para los artistas y otros profesionales como los técnicos, sino también para sus asociaciones, que deben invertir en asesoramiento legal para intentar avanzar en el proceso.
El proceso burocrático, además, se vuelve cada vez más lento, ya que los cambios de dirección en los ministerios o de personal en los departamentos obligan a reiniciar conversaciones y a volver a explicar los problemas estructurales del sector, lo que incrementa el desgaste entre los representantes del ámbito cultural.
Mientras tanto, el Ministerio de Cultura ha propuesto el desarrollo de un Plan de Derechos Culturales, una iniciativa actualmente abierta a la recepción de propuestas por parte de la ciudadanía, en torno a trece ejes temáticos, entre ellos, desarrollo local, educación, igualdad de género, diversidad, sostenibilidad o derechos digitales que pretende construir una hoja de ruta para el sector. Sin embargo, muchas asociaciones culturales ven con recelo este proyecto, pues consideran que desvía la atención de la implementación completa del Estatuto del Artista, que aún no se ha conseguido. Si bien la iniciativa es relevante, los representantes del sector insisten en que la verdadera prioridad es finalizar el Estatuto y establecer las bases de protección y sostenibilidad para los artistas.
En definitiva, el Estatuto del Artista sigue atascado en un entramado de negociaciones interministeriales, burocracia y falta de consenso. La comunidad artística ha sido paciente y ha colaborado activamente en el desarrollo de propuestas, pero exige que se le dé una respuesta clara y un avance tangible en los temas pendientes sin visos de ser afrontados antes de que finalice el 2024 a pesar de ser un compromiso del Gobierno en su legislatura. Aseguran que, sin estabilidad y seguridad en su profesión, el sector cultural se enfrenta a un futuro incierto y cada vez más empobrecido.
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